Es la sensación que me queda. Una gran oportunidad desperdiciada. De oro, aunque el Huesca juegue en plata. Cuántas veces pedimos oportunidades para los nuestros, los aragoneses. Jugadores y técnicos. Y esta salió rana.
Ya en pretemporada encendí las alarmas y se me reclamaba paciencia. No era cuestión de tiempo, era cuestión de una línea de trabajo equivocada. Como si no hubiera servido de nada la experiencia como segundo de Onésimo.
Órdenes contradictorias, escasez en la claridad de ideas, jugadores confundidos por conceptos poco claros, situaciones de juego no trabajadas, improvisación. En una palabra: CAOS. Un caos que se reflejó la estrambótica última semana de pretemporada con 3partidos ?!?!?! y posteriormente en Sabadell, Huesca, Guadalajara...el engaño de la Copa (contra diez todo el partido) no fue suficiente.
Buena prueba de los errores en la planificación y en la carencia de un trabajo de base es el cambio de rumbo que se vivió en los entrenamientos la semana previa al partido del Nástic. Con eso, una pizca de suerte un gran Camacho y un genial Helguera bastó para lograr la única victoria de la temporada.
Pienso en otros técnicos aragoneses y en como 'han acampado' en las oficinas del club para enderezar situaciones adversas, y lamento mucho no haber podido presumir de la mejor temporada de la SD Huesca con un aragonés al frente.
Si pudiera rebobinar en el tiempo, estoy convencido que Royo actuaría de otra manera. Pero en el fútbol los trenes pasan y no se detienen. Ni para subir ni para bajar. Alvagón del que desciende Royo sube Quique Hernández. Experimentado, firme que no duro. Con ideas claras. Parece justo lo que necesita el Huesca. Futbolistas tiene, tiempo también. Su suerte será la de todos. Que tenga de sobra.
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