Cambio Radical

¿Da tiempo? Le preguntan esta mañana al nuevo Mister pensando en el Girona. "Da tiempo" asegura. Primer mensaje: se puede. Y además lo acompaña con una confianza plena en la plantilla y con un elemento fundamental para dirigir un equipo profesional: FIRMEZA.

He leído y escuchado que había quien se "atrevía" a discutir a Royo. Y yo pregunto ¿Por qué no? ¿Hay que aceptar sumiso la imposición del superior sea cual sea? Me niego y me rebelo. ¿No pueden cuestionar los jugadores imposiciones de su técnico? ¿No puede éste convencerles a través de sus conocimientos?

Cuidado con un error muy común y es que liderar no tiene nada que ver con la mano dura. Ser firme no significa ser autoritario. Tratar de imponer no sirve para liderar. Rehuir la crítica no va con un lider. Liderar no es predicar en el desierto, liderar es lograr que te sigan. Que crean en tu mensaje. Y, con tus conocimientos, facilitar la labor de creer en tu mensaje.

Y no, el mensaje de Royo no calaba. ¿Quiere esto decir que los jugadores lo intentaban menos? Rotundamente no. ¿Era Royo el único problema? Seguramente tampoco. Pero para mí, el principal responsable. Por, entre otros, estos dos motivos: Fallo flagrante en la confección de un esquema colectivo y escasísima capacidad de gestión de vestuario.

¿Hay pesos pesados en el vestuario del Huesca? Por supuesto, como en todos. ¿O no recurrimos a ellos y a su veteranía cuando las cosas vienen mal dadas? Y hay que ganárselos, liderarlos, y eso no significa en ningún caso su titularidad por decreto. Hay que ganárselos como a la directiva, a los Medios y -por encima de todos ellos- a una afición soberana.

Y además, hace falta una dosis de imaginación, de creatividad, tan necesaria en todo y tan poco valorada por la mayoría. ¿Que no juega Rafel? ¿que no hay laterales? Pues se juega sin ellos. 3 centrales, que hay muchos aunque a algunos les sobre Rivas y no sepan que hacer con Ekhi, Corona y Ochoa, y dos carrileros. Que para eso también pueden estar los Jokin y cía.

En 5 minutos hoy se han visto más variantes y trabajo táctico práctico y directo que en mucho tiempo. De ahí mi moderado optimismo. Quedan problemas por resolver, por su puesto, pero como dice un gran amigo mio: "No me des problemas, dame soluciones". Y Hernández parece tenerlas, o al menos, las busca.